NOMINATIVO DE PROTOCOLO

El loggaordh clásico desarrolló dos nominativos entre los casos primarios, el propiamente dicho, werawagh á dáŕne (sujeto do oraciones verbales y nominales), y el nominativo histórico, wahrowonn werawagh á dáŕne, un caso fósil de un estadio antiguo en las lenguas grises, en el que el tiempo verbal era confirmado, y acaso definido, por el elemento nominal de la oración (fenómeno que fue reformado, y posteriormente sustituido, por los artículos verbales).
No obstante esto, el loggaordh clásico desarrolló un cultismo, el nominativo de protocolo,
móŕnassan werawagh á dáŕne, de uso literario, no cotidiano, que encontramos apenas entre la correspondencia diplomática y en algunos poemas de gesta, wehdhawann ebhaoŕna (literalmente, «canciones de bóveda»).
Su uso era exclusivo para individuos de rango y ciudades, y países. Y no se utilizó en ningún otro caso.
Morfológicamente deviene de la forma dual de nominativo, excepto en los temas en vocal, que desarrollaron una desinencia propia en —
fh, cuyo origen es incierto (si seguimos la doctrina de Amhogheandawan, la —fh tendría su equivalente en el nominativo *ëþuvjaf, «rey, monarca, príncipe» en ýsdheasjheann, lengua roja de Ghyana, cuyo uso protocolario derivaría por asimilación en loggaordh, como en mahnawafh de su nominativo mahnawa).
De esta forma, en
mhadhan wodhrawan ekénówér, «Ekénór de muchas puertas», ekénówér es un nominativo de protocolo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario